Pavlova de frutos rojos

Desde hace ya varios años se puso de moda este delicioso postre a base de merengue, crema batida y frutas, al cual se le llama pavlova, denominado así en honor a Anna Pávlova, una bailarina de ballet rusa de finales del siglo XIX.  En este caso hemos utilizado fresas y moras para hacer la mermelada y dejamos unas frutas frescas adicionalmente para decorar por encima.   Un delicioso y delicado postre, que combina muy bien con cualquiera de tus comidas. Es fresco y no tan dulce, especialmente si usas frutos rojos.  En reemplazo de la crema algunos les gusta usar helado de vainilla, enriqueciendo su sabor y frescura.  

Su presentación es hermosa y apoteósica, pareciera más difícil de lo que es.   Muy poco la brindan en los restaurantes, así que si te gusta, realízala en casa, para un almuerzo o cena especial con tus familiares o amigos, quedarán fascinados y deleitados con su rico sabor!

Ingredientes Merengue (10 personas)

6 claras de huevo a temperatura ambiente

1 y 3/4 de taza de azúcar regular pulverizada (colocar azúcar en licuadora o procesador y pulverizar)

1 cucharadita de fécula de maíz

1 cucharadita esencia de vainilla

1 cucharadita de vinagre blanco

Ingredientes para la crema batida

400 grms crema de leche bien fría 

1/3 taza azúcar glas o pulverizada

1 cucharadita esencia de vainilla

Ingredientes mermelada

750 grms de frutos rojos combinados: mora, fresa (también pueden ser arándanos, cerezas, agraz) reservar unas frutillas para decorar.

3/4 taza azúcar regular

1/2 de taza de agua

Jugo de 1 limón pequeño

Preparación 

Iniciar con la elaboración de la mermelada ya que es la que lleva más tiempo y hay que dejar reposar para que se enfríe.  

1. En una olla colocar los ingredientes de la mermelada, poner a fuego medio, revolver hasta que el azúcar se disuelva y dejar hervir durante 30 minutos. Bajar el fuego y esperar hasta que veas la consistencia de una mermelada (cuando revuelves se le ve el fondo a la olla). Ajustar el azúcar en caso que esté muy ácido cuidando que no te quede muy dulce.  Dejar reposar hasta que se le quite el calor y luego meter en la nevera.

2. Precalentar el horno a 150C o 300F 

3. Hacer el merengue.  Colocar las claras de huevo (asegúrate que NO queden rastros de yema) en una batidora usando el batidor de varilla para huevos.  Batir levemente subiendo poco a poco la velocidad hasta que alcance la máxima velocidad, para formar picos suaves, introducir el azúcar poco a poco junto con la fécula de maíz.  Dejar batir durante 10 a 12 minutos hasta que tome la consistencia de merengue; es decir que si pones boca abajo la base de la batidora el merengue no se riega o se mueve. Bajarle la velocidad a la batidora y añadir el vinagre y esencia de vainilla, mezclar un minuto.  

4.  Tomar una asadera para hornear y colocarle papel mantequilla.  Hacer el redondel de la pavlova formando una especie de piscina redonda como lo puedes ver en la foto. Esto con el fin de poder tener espacio en la mitad para colocar la crema batida y la mermelada.

5. Hornear por una hora o una hora y media hasta que el merengue se ponga duro, y cuando veas que se raja un poco a los lados.  Sacar del horno y conservar en un lugar a temperatura ambiente, que no le pegue brisa porque puede aguarse el merengue.

6.   Mientras la pavlova se enfría a temperatura ambiente, usar de nuevo la batidora, meter la base, la rejilla para batir y la crema de leche en el congelador por 20 minutos para que esté bien fria.  Sacar del congelador y batir la crema añadiendo el azúcar glas y la vainilla.  Batir primero lentamente, subiendo la velocidad poco a poco hasta que tenga consistencia cremosa,  evitar sobre batir porque obtendrás una mantequilla y no una crema.  Utilizar enseguida si estás lista para servir o conservar la crema en la nevera hasta hacer el montaje.

Montaje de la pavlova

Tomar una bandeja donde servir la pavlova, trasladar el merengue grande cuidando que no se rompa, rellenar con la crema batida (o helado de vainilla), colocar encima la mermelada esparciéndola, decorar con las frutas por encima. Servir enseguida o refrigerar mientras se sirve.  Mantener en la nevera en caso de no consumirla en su totalidad. Si has usado helado es mejor consumirlo todo de una vez porque es difícil luego preservarlo.